viernes, 12 de diciembre de 2008

TITULO:

VARIABLES DEL MERCADO DE LA NOVENA REGION

TEMA A INVESTIGAR: VARIABLES QUE INFLUYEN EN EL MERCADO

El tema del desempleo a lo largo del tiempo ha generado distintas visiones de acuerdo a su
origen y solución, afectando directamente a las personas, por lo que adquiere cada vez mayor
relevancia. Es por esto, que en esta investigación se presenta la inquietud de predecir el desempleo en la Novena Región, debido a que es un problema económico y social muy difícil de superar, que preocupa al gobierno y a la mayoría de las personas que están insertas en nuestra sociedad. Generalmente, se tiende a observar el desempleo como un problema que afecta a nivel
macroeconómico, sin embargo, los que sufren su mayor consecuencia son los individuos, porque
disminuye su poder adquisitivo, lo que conlleva a que tengan una deteriorada calidad de vida.
Además, las personas viven con la incertidumbre de saber cómo se comportará la variable
desempleo en el futuro, ya que si se percibe con alta ambigüedad y desconfianza, se puede generar una reacción negativa en la sociedad, lo que afectaría su comportamiento económico.

Entre los puntos tratados en esta investigación están la caracterización del mercado laboral regional (salarios, productividad, empleo por edades, género, empleo rural/urbano, etc.), la evolución del empleo/producto en la región y la detección de los puntos críticos.

De esta manera, fue posible detectar, por ejemplo, la alta vulnerabilidad de la mujer en el mercado laboral, en relación a salarios y estabilidad de la fuente laboral, entre otras conclusiones de gran interés para orientar planes y programas relacionados con este importante ámbito de desarrollo regional.

Así, algunos resultados del estudio revelan que la tasa de crecimiento de la participación de la mujer en la fuerza de trabajo es considerablemente superior a la del hombre: 5.7% anual desde 1995 a 2006 v/s la tasa de crecimiento masculina que es de un 1% anual en igual periodo. Sin embargo, la volatilidad de la participación femenina en el mercado laboral es mucho mayor.

De hecho, la exposición de los ingresos de la mujer en el sector agrícola es mucho mayor que la del hombre en los periodos de desaceleración económica. Además, los ingresos de la fuerza de trabajo masculina ocupada en la industria manufacturera son el doble de los ingresos femeninos, pese a que los ingresos medios del sector servicios han crecido más del doble durante los últimos 10 años, y la brecha entre los salarios hombre/mujer es menor que en las otras actividades económicas.

ANALISIS DEL TEMA POR OTROS AUTORES

CUIDADO CON EL
DESEMPLEO

Según el informe que entregó el Instituto Nacional de Estadísticas, esto podría anticipar las buenas expectativas que existen respecto de la recuperación económica de la región para el segundo semestre. Sin embargo, Yenniel Mendoza, economista y coordinador del Observatorio Económico de la Ufro, señaló que estas cifras hay que tomarlas con cautela, ya que si bien hay un mejoramiento de la economía, esto no se está traspasando a toda la gente, pues la tasa de desempleo se mantiene en niveles altos.

El economista planteó que uno de los factores que explican esto es la rigidez laboral: "Esto hace que los empresarios busquen alternativas productivas que no requieran tanta mano de obra". Mendoza recordó que la inestabilidad económica (producto del alza de los combustibles, de la inflación que se acerca a los dos dígitos y el precio del dólar) hace que los empresarios no quieran contratar trabajadores. Un dato no menor, señaló el economista, es que el sector "otros servicios" (donde se encuentran el sector público, los servicios personales y la salud, entre otros) no tuvo
variación. "Este es un sector sumamente grande en el cálculo del Inacer y actualmente está estancando, lo que implica que no se está generando mucho empleo".

Uno de los sectores que influyó de mayor manera en el índice fue el de construcción. Por coincidencia, también es uno de los que genera mayor empleo. Carolina Matamala dijo que si éste mantiene la tendencia al alza, aumentará la posibilidad de absorber más mano de obra y con ello, reducir la tasa de desempleo.

PERSPECTIVA

La Araucanía no tenía un buen panorama. El año pasado su crecimiento fue con números rojos y marcó 1,5%. Por eso, no hay que alegrarse tanto con este 6,9%, sostuvo el diputado Eduardo Díaz del Río. "Si tomamos como base la capacidad productiva de la región en 1996, descubriremos que nuestro potencial ha crecido un 43%, apenas superando a dos de las trece regiones originales", indicó el diputado. En base a lo anterior, agregó Díaz, el crecimiento de la región ha sido tan bajo que no ha sido capaz de doblar el producto en un período de doce años.

Tanto el INE como el economista llamaron a la calma. Si bien las cifras dan para hacer análisis, aún es muy pronto para realizar proyecciones. Yenniel Mendoza señaló que hay que ver cómo se comportan las cifras en los meses siguientes y que sólo si el incremento es sostenible en el tiempo se puede concluir que efectivamente, La Araucanía seguirá creciendo. Por Alma Canales Silva



La metodología utilizada por esta investigación incentiva el debate interdisciplinario, pero con fuerte énfasis en el trabajo empírico, de manera de conectar el intercambio de miradas sobre esta materia.
Es así como esta propuesta de reforma -recomendada principalmente por economistas y que hasta ahora tiene un pequeño apoyo de parte de los empresarios y trabajadores- se propone generar un debate riguroso de políticas alternativas, tomando en consideración el estado actual del debate sobre la flexibilidad del mercado laboral.
La presente investigación, “Políticas para la creación de empleos” . A partir de él surgieron ocho documentos de trabajo.
En el documento "¿Existe un único mercado laboral en Chile? Evidencia de duración de contratos y densidad de cotizaciones según sectores industriales y tamaño de empresas", Eduardo Fajnsylber y Gonzalo Reyes buscan entender la relación que existe entre la institucionalidad laboral vigente en Chile y como a partir de los ciclos económicos -que afectan el nivel de empleo- se requiere aceptar el hecho que nuestro mercado incluye una variedad de realidades laborales que se pierden en los análisis agregados del sector. Utilizando bases de datos administrativas del sistema de pensiones y del seguro de cesantía, los autores analizan la heterogeneidad respecto a tipos de empleo en distintos sectores industriales y en empresas de diferente tamaño. Esto, porque entender esta segmentación de mercados laborales es crucial para desarrollar políticas públicas focalizadas que permitan mejorar el nivel de empleo en Chile.
Claudio Sapelli, por su parte, en el paper “Desempleo y Capital Humano”, analiza si el episodio de desempleo persistente de los últimos años nos dice algo respecto a la demanda de trabajadores con diferentes niveles de educación. ¿Hay escasez de personas con altas habilidades? ¿Hay muestras de que la gente se está sobre-educando? Este autor sostiene que en la literatura internacional de los últimos años ha habido evidencia para ambas hipótesis y que, cualquiera sea la conclusión, tendrá importantes consecuencias para la política educativa y en cómo ella podría asistir para resolver los desajustes que se observan en el mercado de trabajo.
En “El impacto de los programas gubernamentales de empleo en Chile: Evaluación e implicancias de política”, David Bravo, en tanto, analiza la efectividad de los programas de empleo con apoyo fiscal desarrollados en Chile en el período 2000-2003. Entre ellos, los Programas de Empleo Directo, en los que el empleo de emergencia lo genera directamente una institución pública (incluyendo las municipalidades); los Programas de Empleo Indirecto, en los que el empleo es creado por una empresa privada y los Programas de Empleo dirigidos a trabajadores independientes, como el implementado por FOSIS. Además de la evidencia del impacto de estos programas, este documento considera los costos asociados a ellos lo que permite obtener conclusiones relevantes de política para la evaluación absoluta y relativa de este tipo de programas.
Máximo Aguilera, Christian Ferrada, David Bravo y Oscar Landerretche, por su parte, en “El mercado laboral chileno en el período 1996-2004: Análisis a partir de nuevos datos de panel”, examinan el período 1998-2004
-incluyendo la etapa anterior a la crisis- para lo cual utilizan nuevos datos sobre el mercado laboral chileno que posibilitan un mejor análisis de la
dinámica laboral. Para ello se basan en los resultados de otro trabajo que actualmente desarrollan en conjunto con el INE, a partir del cual se dispondrá de paneles cortos para el período 1996-2004. El seguimiento de los mismos individuos por períodos que se extienden hasta por 18 meses permitirá caracterizar las transiciones exhibidas por éstos entre distintos estatus ocupacionales (ocupado, desocupado, inactivo), de acuerdo a consideraciones de género, edad, educación y sector de actividad, entre otras.
En el documento “Diagnostico del desempleo: ¿Cíclico o estructural?”, Luis Felipe Céspedes y Andrea Tokman se proponen mirar con más detalle las distintas hipótesis que pudieran explicar la evolución del desempleo (empleo), poniendo especial énfasis en cuanto de éste puede ser de carácter estructural o cíclico. Los autores sostienen que aún cuando parte importante de la evolución del desempleo podría ser cíclica, su persistencia también puede ser alta, lo que lleva a que pueda ser percibida como estructural. En consecuencia, discuten qué factores puede estar jugando un papel en la potencial persistencia del desempleo. Entre ellos, la evolución de los salarios de los distintos sectores, el tipo de cambio real, la sustitución capital-trabajo, el efecto desfase de inicio de recuperación económica y cuándo las empresas empiezan a recontratar, los efectos de la última reforma laboral y los préstamos por monto.
Diego López, por su parte, en “Mitos, alcances y perspectivas de la flexibilización laboral: Un debate permanente”, analiza los efectos reales de la flexibilización laboral. Un término con el que, en general, se alude a una visión crítica de las normas jurídicas sobre el trabajo asalariado, a las que se les demanda esfuerzos para facilitar la cada vez más necesaria adaptabilidad empresarial en un contexto de permanente aumento de competitividad. Sin embargo, sostiene este autor, también depende de quién use el término. Porque con él se puede aludir tanto al fin de la época del trabajo rutinario y repetitivo y a nuevas oportunidades de autonomía y realización en el trabajo como a la disminución del tiempo de trabajo y, con ello, a ganar más disponibilidad para la vida familiar y el tiempo libre. Esto sin contar con que igualmente se lo utiliza para justificar la reducción de derechos de los trabajadores, tales como mínimos salariales, estabilidad en el trabajo y límites a la duración de la jornada de trabajo, en el entendido que es necesario reducir costos laborales para incentivar la utilización empresarial de mano de obra. De aquí que para López es de suma importancia que el debate sobre la flexibilización laboral especifique cuál es el significado que se entiende por ella.
En “Crecimiento, Empleo y Estabilidad del Ingreso de los Trabajadores”, Kevin Cowan y Alejandro Micco presentan evidencia tanto nacional como internacional sobre los costos y beneficios de la alta rotación de trabajadores en el país. En cuanto a los costos, estudian el impacto que tiene una alta rotación y, por tanto, de la inestabilidad laboral en el bienestar de los hogares. Por el lado de los beneficios, en tanto, analizan la literatura, tanto teórica como empírica,
del efecto que tiene la reasignación de empleos en el crecimiento de la productividad. Por último, considerando la discusión de los costos y beneficios de una alta reasignación de trabajadores, discuten las mejores políticas
públicas para enfrentar el problema de la inestabilidad de los ingresos de los trabajadores, las cuales, entre otras cosas, deberán minimizar distorsiones en el crecimiento de la productividad.
Por ultimo, en “Evolución del empleo y cambios sectoriales que han incidido en la demanda de trabajo”, Felipe Morandé y Miguel Flores sostienen que si bien nuestro país ha comenzado a experimentar una consolidación económica -con un mayor dinamismo y aceleración del producto-, la creación de empleo sigue siendo una de las principales preocupaciones en materia de política económica, debido a la elevada tasa de desempleo. A partir de esta constatación, los autores analizan la evolución del empleo a nivel sectorial y detectan las principales similitudes y diferencias entre ellos, de manera tal que sean considerados cuando se tomen decisiones de política sobre creación de empleo.

¿ CUALES SON LAS PRINCIPALES VARIABLES QUE AFECTAN AL MERCADO LABORAL EN LA ARAUCANIA ? E HIPOTESIS O RESULTADO INVESTIGADOS

Resultados

Uno de los hallazgos más importantes arrojados por este estudio se refiere a que la productividad en el secretor agrícola ha crecido sustancialmente, pero no así los salarios, los cuales oscilan entre los $100 mil y $200 mil, mientras que para los demás servicios, el ingreso medio oscila entre $200 mil y $300 mil. Esto es bastante relevante si se considera que esta región tiene una vocación agrícola altamente reconocida a través de los años.

Por otra parte, la tasa de desempleo nacional es estructuralmente mayor que la tasa de desempleo de la Región, y la provincia de Malleco es más vulnerable a los ciclos anuales de productividad que el resto de la región. En esta provincia también se presentan las tasas de desempleo más altas registradas en el segundo y tercer trimestre de 2006.

El desempleo urbano es considerablemente mayor que el rural y el desempleo juvenil es más alto con respecto a los otros tramos de edad. De hecho, según el estudio, el desempleo para el tramo de edad 15 a 24 años es más del doble que en el siguiente tramo (25 a 34 años).

El estudio también reveló que existe una sustitución ente las categorías de ocupación asalariado v/s cuenta propia (emprendimiento). La actividad emprendedora tuvo un crecimiento expansivo a partir del año 2002 (50% mas en la cantidad de emprendedores), pese a que en 2004 y 2005 hubo una corrección en lo anterior disminuyendo los efectos de la expansión.

La elasticidad empleo-producto en la región de La Araucanía es de 0.667, lo que es consistente con las mejoras en la productividad de la economía regional. En términos prácticos, esto se traduce en que la actividad económica crece en términos porcentuales más que el factor empleo.

Las principales actividades demandantes de empleo en la región son: Agricultura, Servicios, Comercio, Industria y las actividades que generan más producto en la región son: Servicios, Agricultura y Construcción.

DATOS DE VARIBLES DEL MERCADO RESPALDADOS POR LOS ULTIMOS CENSOS

ANTECEDENTES GENERALES

La IX Región de La Araucanía se ubica en el sur de Chile, y su capital es la ciudad de Temuco, ubicada a 670 km. de Santiago. Se extiende entre los paralelos 37º 35’ y 39º 37’ y desde las altas cumbres de la Cordillera de Los Andes hasta el mar territorial del Océano Pacífico. Limita al norte con la Región del Bío Bío, y al sur con la Región de Los Lagos. Cultura e Historia se entremezclan en La Araucanía formando la identidad de una de las regiones más diversas de Chile y cuyos ciudadanos han logrado darle un sello único en relación al resto del país.

Considerando los dos últimos censos de población y vivienda, se puede constatar que entre 1992 y 2002 la población de la Región de La Araucanía creció a una tasa promedio anual de 1,1 personas por cada cien habitantes, tasa de similar comportamiento a la manifestada por el país en igual período que alcanzó a 1,2 personas por cada cien habitantes. En cifras absolutas, la Región de La Araucanía pasó de 781.242 a 869.535 personas, lo que representa un aumento de 88.293 personas en los últimos diez años ( 11,3% de variación intercensal).
La región representó el 5,8% de la población nacional en el último censo de población. Aunque su tendencia en la década fue a una participación decreciente, siempre se ha mantenido como la sexta región más poblada del país.
La concentración poblacional de la región se ha manifestado de manera desigual en las comunas que la conforman; destacando la elevada concentración de población en la comuna de Temuco, que posee el 28,2% de la población regional, seguida por la nueva comuna de Padre Las Casas1, y las comunas de Angol y Villarica, con un 6,8%, 5,6% y 5,2%, respectivamente. Hay que destacar que si no se hubiese creado la comuna de Padre Las Casas, la comuna de Temuco concentraría el 35% de la población regional.
Entre las comunas de mayor crecimiento, resaltan las comunas de Pucón y Villarrica, con tasas promedio de crecimiento en la década de 3,9% y 2,4%, respectivamente. La comuna de Temuco registró una tasa de crecimiento poblacional de 0,1%, pero si se considera la comuna de Padre Las Casas, ésta fue de 2,2%.
Por el otro lado, destacan las comunas de Los Sauces y Galvarino, con tasas de decrecimiento poblacional de –1,7% y –1,1%, respectivamente. Según los resultados del último censo, la población se concentra predominantemente en las zonas urbanas de la región registrando 588.408 personas, constituyendo el 67,7% de la población regional, con una clara tendencia creciente durante la década, ya que en el censo del año 1992, el porcentaje de población que habitaba en áreas urbanas era de 61,3% (478.825 personas). A pesar de ello, sigue siendo una de las regiones más rurales del país.
La composición por sexo se describe a través del Índice de Masculinidad que se interpreta como el número de varones por cada cien mujeres. Como se puede observar en el cuadro siguiente, este indicador registró una leve disminución respecto al año 1992, incrementándose el predominio del sexo femenino de la región. El comportamiento contrario se observó en el ámbito nacional, donde el Índice tuvo una fluctuación de 0,7 puntos porcentuales entre 1992 y el 2002, incrementándose de 96,44 a 97,12 en dicho lapso.
Para el análisis de la composición o estructura por edad, la población se agrupó en cuatro tramos que corresponden a los niños (0 a 14 años); los jóvenes (15 a 29 años); los adultos (30 a 59 años) y los adultos mayores (60 o más años).
Como es posible apreciar en las gráficas, en el año 1992 la región de La Araucanía mostraba una estructura de edad con un claro predominio de la población infantil (31,2% del total de la población regional) comportamiento distinto al registrado en el ámbito nacional, donde el grupo etáreo predominante es el del adulto (30 a 59 años) con un 33,4% de participación sobre el total de la población nacional. Un segmento de población que destaca es el del adulto mayor (60 años y más), por su alta participación en la población regional, incluso superando la participación de este grupo en la población nacional (9,8%). En tanto para el año 2002, se aprecian notables cambios de los segmentos de población, siendo el caso de los niños y los jóvenes el más preocupante ya que sus participaciones bajan a un 27,2% y un 24,2% del total de la población regional, respectivamente. Por su parte, los demás tramos de edad presentan incrementos en su participación, donde nuevamente la región presenta porcentajes superiores a la media nacional en el tramo adulto mayor (11,4%).2
La composición por sexo y edades tiene importantes consecuencias económicas y sociales y es un factor determinante de la proporción de habitantes que participan en la actividad económica, atienden al sistema educativo, necesitan viviendas, asistencia médica, servicios de seguridad social, pensiones, etc. Los gráficos siguientes ilustran la composición de la población total por sexo y grupos de edad, entregando mayor información sobre posibles grupos de riesgo de la región, tales como los adultos mayores y niños.
Finalmente, en el tramo de edad de 25 a 29 años, la participación más alta se encuentra en la categoría de “ocupados” con un 49,6% de los jóvenes regionales de esa edad. Además, observamos un 9,2% de jóvenes cesantes y sólo un 2,1% de jóvenes que se encuentran buscando trabajo por primera vez. Además, destaca la elevada participación de este segmento en quehaceres del hogar, donde el 27,5% de jóvenes entre 24 y 29 años se localiza en esta categoría.
Adicionalmente, parece relevante mencionar la categoría ocupacional en que se desempeñan nuestros jóvenes y en particular los de la Región de La Araucanía, lo que se muestra en un cuadro resumen a continuación, donde además se hace la distinción de género, de tal manera de poder apreciar con mayores antecedentes las disparidades laborales que se dan cuando se incorpora la variable sexo en el análisis.
Resulta interesante analizar la situación laboral de la mujer jefe de hogar versus el nivel educativo en el que ella se encuentra. Dentro de la población económicamente activa ocupada, el mayor número de mujeres se concentra en el nivel enseñanza media (38,8%), seguida por las mujeres con educación superior (31,8%). En la condición de cesantes, mayoritariamente son mujeres con enseñanza media y básica (43,7% y 33,5%, respectivamente), situación que se repite en las mujeres jefes de hogar que buscan trabajo por primera vez.
En la población inactiva, claramente las mujeres jefes de hogar que no tienen estudios se desempeñan mayoritariamente en la categoría de quehaceres del hogar, seguida por la categoría jubilada o rentista. Situación que se repite para las mujeres en todos los niveles educacionales, salvo el de nivel de enseñanza superior, estando concentrado el mayor volumen en el nivel básico, para ir disminuyendo progresivamente en cantidad a medida que se incrementa el nivel educacional.
De las mujeres jefes de hogar con niveles de enseñanza superior, llama la atención el porcentaje de ellas que se encuentra inactiva (28,1%), especialmente las dedicas a quehaceres del hogar (9,9%) y a estudiar (10,5%).
Finalmente, pareciera observarse una correlación entre mayor nivel de educación y mayores probabilidades de insertarse en el mundo laboral, en relación a aquellas mujeres con niveles de instrucción muy bajos o inexistentes, ya que claramente se observa que del total de mujeres jefes de hogar con estudios superiores, el 66,7% se encuentra ocupada, en el caso de la enseñanza media se detecta un 39,4% de ocupación y así va disminuyendo progresivamente hasta llegar a las mujeres jefes de hogar sin instrucción donde sólo el 5,0% de ellas se encuentra en condición de ocupadas.

En síntesis, de la revisión de las cifras se observan como tendencias necesarias de profundizar por las connotaciones que pudieran tener en el mediano y largo plazo las siguientes:
1. La población regional aumentó en 11,3% entre 1992 y 2002, tasa inferior a la del país (+13,2%). Ello significó que la región paso de tener una participación de 5,9% de la población nacional en 19932 a una de 5,8% en 2002.
2. 19 de las 30 comunas que existían en 1992 incrementaron su población, las restantes restante 11 la disminuyó. Entre las comunas de mayor crecimiento, resaltan las comunas de Pucón y Villarrica, con tasas promedio de crecimiento en la década de 3,9% y 2,4%, respectivamente. Por el otro lado, destacan las comunas de Los Sauces y Galvarino, con tasas de decrecimiento poblacional de –1,7% y –1,1%, respectivamente.
3. Aunque el índice de dependencia disminuyó de 63% a 56,7% entre 1992 y 2002, el de vejez aumentó de 23,7% a 32,8%, reflejando ello una disminución de la participación de la población menor de 15 años.
4. Las etnias representan el 23,5% de la población regional, en 2002. Esto hace de la IX Región de La Araucanía aquélla con el más alto porcentaje del país, que registra un promedio de 4,6%. El 99,5% de esta población indígena son mapuches.
5. En la región el promedio de escolaridad es de 7,5 años de estudio, no existiendo mayores diferencias por sexo para este indicador, situación que varía totalmente si se considera la variable urbano-rural, donde claramente se observa la desventaja educacional en el área rural con sólo 5,7 años de estudio promedio, situación que se acrecienta para las comunas de Lumaco y Galvarino, con 4,4 y 4,8 años de estudio, respectivamente. La población Urbana, en tanto, registró 8,4 años de estudios, en promedio.
6. En relación a la discapacidad y, siguiendo la tendencia nacional, el mayor porcentaje de la población regional discapacitada se concentra en el grupo adulto mayor, con prevalecencia de deficiencia mental e invalidez.
7. Un 4,2% de la población infantil, ubicada en el tramo entre 10 y 14 años de edad, es registrada como analfabeta en el último censo de población, los que a su vez representan un 6,9% de los analfabetos del país en ese mismo tramo de edad.
8. En cuanto a los jóvenes destaca como aspecto positivo el hecho que dentro del tramo 20 a 24 años, la proporción de aquellos que han cursado la educación media y la superior, sea mayor (74,2%) que aquellos del tramo 25 a 29 años (66,1%).
9. En el caso de los adultos mayores, aquellos que manifestaron en el censo de población contar con algún tipo de discapacidad representan sólo el 10,9% de la población adulto mayor regional, sin embargo, representan el 46,6% de la población discapacitada de la región
10. Significativo aumento de los hogares que declaran tener un jefe de hogar femenino, pasando de un 23,8% en el año 1992 a un 29,8% en el 2002, comportamiento que también se repite en el ámbito nacional.